QUÉ HACEMOS
JARDINES INFANTILES
“Dejad que los niños vengan a Mí, porque de ellos es el reino de los cielos.”, es para nosotras impulso renovador en nuestra misión educativa. Hemos de poner toda la delicadeza de nuestro corazón para formarles como verdaderos cristianos y evangelizadores que encuentran en Jesús el centro de su vida y la guía de sus sentimientos, inclinaciones, anunciando explícitamente a Jesús.
COLEGIOS
La educación es un elemento esencial de la misión de la Iglesia y de nuestra propia misión. En nuestras escuelas y colegios hemos de dar vida a ambientes educativos impregnados del espíritu evangélico de libertad y de caridad, en los que se ayude a los jóvenes a crecer en humanidad bajo la guía del Espíritu.
ANCIANOS
Los ancianos, miembros débiles, son para nosotras comunión con el dolor y enfermedad. Acogeremos y pondremos “toda la delicadeza de nuestro corazón” en los ancianos tanto si están en un centro o no pueden acceder a ellos, atendiéndoles con suma caridad, extrema paciencia y mucha compresión.
ENFERMOS
Siguiendo las huellas de Cristo que pasó “haciendo el bien y curando a todos”, e interpeladas por las Bienaventuranzas “estuve enfermo y me visitasteis”, visitaremos y cuidaremos a los enfermos y ancianos, animándoles a que ofrezcan su dolor y limitaciones en comunión con Cristo crucificado y glorificado para la salvación de todos, sabiendo que quien atiende a un enfermo o anciano, atiende a Cristo en él.
PARROQUIAS
En la nuevas Fundaciones nos presentaremos al Párroco ra darle conocer nuestro carisma y misión siendo conscientes,como nos decía nuestra Madre Fundadora, que “La Obra es para la parroquia y no la parroquia para la Obra", colaborando con ella según las posibilidades de la Comunidad y su finalidad. Allí donde la Obra Misionera se encuentre nos interesaremos por conocer las familias del entorno parroquial y nos preocuparemos de llegar a los alejados de la Iglesia, ganándonos su confianza y cariño para poder anunciarles el Reino de Dios.
MISIONES
Fieles al título que tenemos “Obra Misionera de Jesús y María”, hemos sido llamadas a dedicarnos enteramente a la misión, bajo la acción del Espíritu Santo. Una misión que no tiene límites geográficos y que la realizaremos allí donde sea necesario recordar y servir el designio de Dios sobre los hombres
Hemos de ser conscientes que para poder realizar esta misión, hemos de cultivar una profunda experiencia de Dios. Estaremos siempre dispuestas a cooperar en las misiones donde no se conoce a Dios o se le rechaza y, en la medida de lo posible trabajaremos no sólo para que se realice la obra apostólica, sino para acercar a Dios a sus vidas.